JACQUES LE GOFF
Los historiadores suelen dividir su materia de estudio en fragmentos arbitrarios, inteligibles, relativamente homogéneos, de acuerdo con sus nociones teóricas o filosóficas: algunos los han llamado "edades"; otros se han referido a ellos como "épocas" o "periodos". Y, dependiendo del momento, contexto e ideología, a dichas fracciones se les han atribuido significados o incluso finalidades. Ampliamente conocido por su generosa labor como especialista en la Edad Media o mejor, en lo que él llamó el Occidente medieval, Jacques Le Goff se pregunta en esta obra por los desafíos de una nueva corriente historiográfica: la historia global. Al conjeturar sobre la esencia del cambio histórico, "falta saber si la historia es una y continua o está seccionada en partes. O incluso saber si realmente es necesario cortar la historia en rebanadas". Para ilustrar la dificultad de parcelar el tiempo humano, considera que el Renacimiento no fue el final, sino acaso un instante del Medievo y que éste en realidad expiró ya muy entrado el siglo XVIII. Este libro, que apareció pocos meses antes del fallecimiento del autor, fue el último que Le Goff publicó en vida y bien podría considerarse un estimable corolario de su vasto legado intelectual.