BRADATAN, COSTICA
La filosofía no debe ser una rutina académica, sino un arte de vivir, y todo arte de vivir comporta un arte de morir.
El autor repasa en este libro pionero las circunstancias de una galería de personajes que murieron por defender sus ideas en un momento decisivo. A algunos se los juzgó y condenó por no aceptar las reglas del poder establecido. Otros murieron dilapidados por la multitud enfurecida (Hipatia) o a raíz de los interrogatorios de la policía (Jan Patoc?ka). Bradatan repasa asimismo a algunos pensadores (Montaigne, Heidegger, Simone Weil) que reflexionaron sobre la muerte y la condición humana. Por otro lado, no es lo mismo morir por una idea filosófica que morir por una causa religiosa, lo que nos obliga a observar a los mártires cristianos y a los terroristas suicidas. Además, el mártir está condicionado por su vocación, y su muerte acaba siendo tanto una consecuencia de sus ideas como una puesta en escena de su propia posteridad. Bradatan insinúa el aspecto teatral por todas partes, y la sección final del estudio no tiene desperdicio, porque ¿qué hay detrás de la decisión de defender las propias ideas hasta la muerte? ¿Es valentía, honradez, lavado de cerebro, locura o simple ambición?
«Un estimulante viaje espiritual» (Norman Manea,Los Angeles Review of Books).
«Un trabajo sugestivo con una argumentación muy bien delineada» (Stuart Walton,Review 31).