SUBERCASEAUX, ELIZABETH
El padre de Johannes Brahms va de taberna en taberna tocando instrumentos para mantener a su familia, y su hijo de seis años, quien lo acompaña, ya genera la admiración de quienes lo escuchan al piano. Es pleno siglo XIX, el romanticismo está en marcha, el esplendor de las cortes contrasta con la pobreza de las calles y en el ambiente sórdido de los conventillos de Hamburgo nadie hubiera dicho que el niño Johannes se convertiría en uno de los más grandes compositores de todos los tiempos.