HAWTHORNE, NATHANIEL
Nathaniel Hawthorne no solo es el precursor de escritores de la talla de Herman Melville y Franz Kafka y, en consecuencia, de los cánones del cuento clásico, sino que además procuró hacer del arte una función de la conciencia. Su mundo era romántico y alegórico y distinguió muy tempranamente que lo que se dice a medias, o se sugiere, es más impactante que lo que se escribe con claridad. A raíz de la lectura de sus diarios, Borges advirtió que el punto de partida del escritor norteamericano eran los escenarios y no los actores: Primero imaginaba, acaso involuntariamente, una situación, y buscaba después caracteres que la encarnaran, y ese método, inaugurado por Hawthorne, ubica a la trama en un plano protagónico, pero, por sobre todo, posibilita cuentos magníficos. Es el caso de La marca de nacimiento, El joven Goodman Brown y Wakefield, las tres obras maestras que componen esta nueva entrega.