CLOSS, MARINA
Una grácil doncella encontró un caldero en el umbrío bosque. Sin miedo se asomó por el borde y lo que vio fue su reflejo. Lo que vio fue un hervidero de historias como cucarachas, lo que vio fue princesas torcidas y brazos de pan, relatos no tan redondos como ovalados. ¿Cuentos de hadas? Lo que la grácil doncella vio fue un reino fantástico, dolorosamente hermoso, sin comodidad ni tranquilidad, al que solo se llega arrojándose de cabeza y aprendiendo a respirar de otra forma, pues ya nunca más saldremos a flote. Diecisiete cuentos fantásticos, torcidos y góticos, deudores de la imaginación y horrores de la infancia, esa corona de flores negras con que cargamos todos.