WILDE, OSCAR
El 25 de mayo de 1895, luego de una serie de juicios que provocaron gran escándalo, Oscar Wilde fue condenado a dos años de trabajos forzados bajo el cargo de gross indecency. Tras pasar un tiempo en las prisiones de Newfield, Pentonville y Wansworth, finalmente llegó a Reading donde, según sus propias palabras, padeció hambre, insomnio y enfermedad. Las prisiones victorianas estaban diseñadas para destruir el espíritu de los más duros y los colapsos mentales eran frecuentes. Fue de esa experiencia que nació La balada de la cárcel de Reading, poema que terminaría en Nápoles tras su liberación y que sería publicado, con éxito, en 1898. Aunque está dedicado a Charles Thomas Wooldridge, oficial de los Royal Horse Guards que asesinó a su esposa en la calle, Wilde no aboga por su causa en particular, sino que hace de su caso un medio para una defensa aún más importante: la vida del condenado a muerte y las mejoras necesarias al sistema penitenciario. Así, La balada de la cárcel de Reading presenta una situación violenta mirada con una profunda compasión.