DIAMANTINO, JESÚS
El gore de algunos de los relatos bien nos recuerdan a la película Hostel o el videojuego Silent Hill, el autor se da el lujo de tantear la frontera entre lo risible y lo macabro con la insólita situación que nos presenta en ?El Pastor de los Gatos? y hasta romancea con la intertextualidad aludiendo a la famosa saga de Stephanie Meyer en el cuento? Crepúsculo.Todo eso, lejos de ser una ofensa es un cumplido, pues contribuye a posicionar a HORRORES. Cuentos extraños y perturbadores en la cosmovisión del Terror de espectro masivo que año a año suma tantos adeptos y que mediante obras de excelente factura intentan reubicar al género en un peldaño bastante más meritorio que aquel secundario al que lo han relegado. Mediante la lectura de sus cuentos, no hay duda de que el autor siente fascinación por el terreno en que trabaja y logra ver, reitero, la belleza en su ejecución.
