OLIVER JEFFERS
A Enrique le encantaban los libros, pero no como a ti y a mí. No. Para nada¿ Le gustaba comérselos, al principio sólo comía una palabra, luego una oración y por último un libro entero, se los comía por el placer de comer y de aprender, le encantaba comerse toda clase libros; novelas, diccionarios, libros de historia, pero los rojos eran sus preferidos, mientras más comía, más listo se volvía, con decirte, que era más listo que sus profesores. Pero un día, comenzó a comérselos todos sin digerirlos y ahí empezó su grave problema, de repente se sintió enfermo y ya no era tan listo como antes, muchos le aconsejaron que no comiera y así lo hizo. Un día, casi por accidente, encontró un libro a medio comer y en vez de llevárselo a la boca¿ ¿Tú que crees que hizo? Lo empezó a leer, y así, Enrique descubrió el placer de la lectura. Es un libro recomendado para grandes y chicos que comen libros y no digieren lo que leen, además plantea el eterno dilema de si los libros deben leerse por su gus ...