Quizás nos preocupa que los niños reconozcan la tristeza, ya que podría hacerlos sentir peor. Sin embargo, intentar distraerlos de este sentimiento no siempre es conveniente, pues se trata de una sensación auténtica y que debe ser reconocida. Cuando los niños estén tristes, empaticemos con ellos. Es importante hacerles saber que, a veces, sentirse así está bien.
Cuando estoy triste es una linda introducción para ayudar a comprender a los niños por qué a veces se sienten tristes. Los más pequeños pueden levantar las solapas, deslizar las pestañas y girar la rueda mientras descubren distintas y amenas situaciones cotidianas sobre cómo se siente la tristeza y cómo podemos ir superándola
Con simpáticas ilustraciones y actividades simples que combinan la entretención y el aprendizaje, este libro es perfecto para que padres y cuidadores lo compartan con los más pequeños de la casa, ayudándolos a desarrollar su inteligencia emocional, la confianza y la seguridad en si mismos, además de promover sus habilidades sociales y comunicativas.